Déjame contarte sobre la reunificación familiar…

(In English below)

La separación familiar puede ser una de las experiencias más difíciles y traumáticas que pueden enfrentar las personas refugiadas durante su desplazamiento forzado ya que tiene un profundo impacto emocional, psicológico y social. Vivir en familia es un derecho fundamental; cuando las familias han sido separadas a la fuerza, el derecho a la reunificación familiar se convierte en un conmovedor proceso que teje hilos de amor y esperanza para acortar distancias.

Ahora, déjame contarte una historia… mi historia.

Mi nombre es “Amadi” y soy un refugiado en México, originario de un país de África. Siempre me gustó ayudar a los demás y defender causas justas, por lo que terminé convirtiéndome en activista en mi país. Desafortunadamente, por mis ideas y acciones, comencé a recibir amenazas de personas que tenían la firme intención de callar mi voz a como diera lugar. Me vi obligado a salir de mi país inesperadamente debido a que mi vida y libertad se encontraban en riesgo por ser activista, por pensar diferente y por querer generar un cambio. Durante este proceso me vi forzado a separarme de mi esposa, hijo y hermanos menores. Terminamos buscando seguridad, oportunidades y protección en continentes diferentes y enfrentando desafíos desconocidos. Decidí cruzar el océano Atlántico hacia Sudamérica donde no pude encontrar protección, hasta que decidí ir a México.

Sin embargo, los retos para una persona refugiada -como yo- en un país completamente diferente al tuyo son enormes; me enfrenté a las barreras culturales, de idioma, Si económicas, emocionales y hasta físicas. Pero, en medio de esa separación brilló una luz tenue pero constante: la promesa de un reencuentro. El anhelo profundo de oír las risas familiares, de sentir la calidez del abrazo que había esperado durante tanto tiempo. Cada día de distancia, cada lucha y sacrificio, se convirtieron en pasos hacia ese momento en que el corazón y el hogar estarían completos una vez más. Porque el hogar no es un lugar, el hogar son las personas.

Busqué a personas que pudieran acompañarme en mi andar y, a través de la representación legal de Asylum Access México, logré acceder al procedimiento de Reunificación Familiar para poder traer a mi familia. Si bien es un proceso legal complejo que involucra mucho tiempo y esfuerzo, la reunificación familiar es un recordatorio poderoso de que el amor puede atravesar fronteras. Actualmente, ya tengo una respuesta positiva sobre mi proceso de reunificación familiar; el único obstáculo restante que me toca costear son las altas sumas de dinero para pagar los boletos de avión de mi familia y poder lograr un abrazo que borre años de separación.


Let me tell you about family reunification…

Family separation can be one of the most difficult and traumatic experiences that forcibly displaced individuals may face, as it has a profound emotional, psychological, and social impact. Living with our family is a fundamental right; when families have been forcibly separated, the right to family reunification becomes a transforming process that weaves threads of love and hope to shorten distances. 

Now, let me tell you another story… my story.

My name is “Amadi,” and I am a refugee in Mexico, born in a country in Africa. I always liked helping others and defending social causes, so I ended up becoming an activist in my country. Unfortunately, because of my beliefs and activism, I started to receive threats from people who firmly intended to silence my voice at any cost. I was forced to leave my country unexpectedly because my life and freedom were at risk for being an activist, thinking differently, and wanting to spark change. During this process, I was forced to separate from my wife, son, and younger siblings. We were forced to seek safety, opportunities, and protection on different continents and facing unknown challenges. I decided to cross the Atlantic Ocean to South America, where I could not find protection until I decided to go to Mexico.

However, the challenges for a forcibly displaced individual -like me- in a country completely different from mine are enormous; I faced cultural, language, economic, emotional, and even physical barriers. But, in the midst of that separation, a dim but constant light shone: the promise of reconnection. The deep longing to hear the familiar laughter, to feel the warmth of the embrace I had waited for so long. Every day of distance, every struggle, and sacrifice became a step toward the moment when heart and home could be complete and together once again. Because home is not a place; home is people.

I sought out people who could walk with me on my journey, and through the legal representation of Asylum Access Mexico, I could access the Family Reunification process to bring my family. While it is a complex legal process that involves a lot of time and effort, family reunification is a powerful reminder that love transcends borders. Currently, my family’s reunification process has been approved; the only remaining challenge I face is the high cost of paying for my family’s plane tickets. I’m desperately waiting for the moment I get to embrace them again and mend the pain of years of separation.

Author

reza